¿Eres un auténtico fanático de las naranjas? Entonces sabrás de sobra, que es una fruta exquisita y jugosa que desde siempre ha sido un elemento principal en la gastronomía mediterránea y que su gran riqueza en vitaminas hace de la naranja una de las frutas más apreciadas, cuyo cultivo cuenta con una gran tradición en nuestro país. Esta fruta se convierte en un ingrediente versátil en la cocina del cual no podrás prescindir.

Generalmente se utiliza como snack, postre o para hacer zumo, pero la realidad es que también se pueden utilizar en infinidad de recetas y platos, ya sean dulces o salados. De esta fruta aprovechamos todo, hasta la piel. Su pronunciado aroma y sabor permite perfumar ingredientes y aliños que luego se utilizarán en la cocina de muchas formas distintas.

Empezando por su piel, de primeras se convierte en un elemento que nos ofrece multitud de posibilidades en la cocina, tras un buen lavado de esta, podemos utilizar su ralladura como saborizante, aromatizar vinagretas, complementos de la sal y demás hierbas aromáticas.

El zumo de naranja, a parte del desayuno, lo podemos utilizar para añadirlo a nuestros guisos, es una fruta muy amiga de pescados como el besugo, la dorada o la lubina o de carnes duras como la de caza, aguja de ternera o cerdo, utilizándose como marinado y haciendo que se neutralice la grasa y se ablande la carne. ¿No os está entrando hambre? ¡A nosotros sí!

Por otro lado, las naranjas y mandarinas pueden servirnos para preparar aliños de ensaladas, y si añadimos unos gajos se pueden utilizar como un ingrediente más, una ensalada con frutos secos y con naranja hará que te chupes los dedos ¡No querrás probar otra cosa este verano!

Esta fruta también se puede usar en algunas cremas o potajes, un plato de obligada consumición es la crema de calabaza con un chorrito de zumo de naranja y trocitos de fruta, un plato típico de invierno que hará que la familia esté encantada con su sabor.

¿Eres más de dulce o de postres? ¡Tranquilo que tenemos para todos! La piel en la repostería juega un papel fundamental, puede emplearse para dar un toque aromático a gelatinas, bizcochos y cremas pasteleras. Además, si se agrega un trozo de cáscara de naranja a un tarro con azúcar, se conseguirá dar al azúcar un aroma particular para usar en repostería o para endulzar de una forma especial las infusiones y cafés.

Foto. Delicioso bizcocho de naranja con miel que nos comeremos más tarde. Foto de Freepik

Si eres de las personas que no utiliza esta maravillosa fruta más allá del uso tradicional, te animamos a que la incluyas en tu cocina como un gran aliado, sacarás más partido a tus platos haciendo de ellos mas saludables y sabrosos.

Hay que añadir que dependiendo del uso que se le vaya a dar, es recomendable que esta sea pelada correctamente y que posteriormente se elimine la parte amarillenta o blanquecina que está pegada a la pulpa, ya que sería la responsable de añadir a tus platos un amargor no muy agradable.

No sé vosotros, pero yo me voy corriendo a preparar un exquisito ¡Suflé de Naranja!